martes, 8 de abril de 2008

Un domingo cualquiera

Hoy martes, hablando en voz alta dije: “El día Domingo a las 9 AM tocó el timbre un evangelista”. En ese momento me interrumpe la voz que me dio la vida, solo para corregirme diciendo: era Testigo de Jehová.

La veo y mi atención se cuelga con sus expresiones, despejo el audio solo queda lo que veo, pienso… pienso y pienso lo extraña que se ve mi madre cuando solo la veo y su voz esta muda, mutilada por mi mente.

Me disperso, espero entiendan. Entonces como iba diciendo apareció un… hombre que habla de la palabra del Señor, justo a las 9 de la mañana sin consideración alguna de que habemos personas no tan devotas que disfrutamos los sábados por la noche, con o sin fiebre salimos, bailamos, bebemos, hacemos vida social, reímos, nos enteramos de cosas, hacemos cosas y sobretodo gastamos… no tanto el tiempo sino el dinero y regresamos a la casa, a la cama con menos efectivo, con muchas sonrisas y quizá alguno que otro trofeo sabatino… para que escasas horas después un hombre de fe me diga: “El fin de los días esta llegando, es hora de arrepentirse”.

Mi dispersión se adueño de mi y otra vez entre en el juego de mutilar las voces, era puro blah, blah, blah, blah… solo mire al cielo pensando en mis actividades pendientes para el domingo, enumerándolas, luego me acorde de un chiste, acto seguido me hice preguntas internas, pues me preocupaba si realmente me había cepillado los dientes antes de salir… la noche anterior. En un instante me percate que aquel hombre seguía ahí y el eterno blah, blah, blah, blah, lo mire a detalle, todo limpio, pulcro, de expresiones marcadas, muy convincente, seguro de si mismo, buen gusto para combinar la camisa con la corbata, la hebilla del cinturón me hizo pensar que tal vez es pura farsa la suya, me lo imagine entonces en esas sesiones de sexo sadomasoquista, él vestido todo en cueros, dando latigazos, lanzando blasfemias a diestra y siniestra. No pude ocultar la sonrisa, levante la mirada y note que en sus patillas tenía unas canas, pensé: Tan joven y con canas… canas, canas y yo con ganas.

El seguía recitando versículos enteros, citando evangelios, mientras lo hacia yo miraba a detalle el color de sus ojos, cafés claros, su nariz común y corriente; pero al llegar a los labios… me detuve y lance un suspiro, nunca vi labios tan rojos, tan suaves, tan… deseables, otra vez otra sonrisa al aire y la fantasía nuevamente se apodero de mí.

Lo imagine con máscara y traje de látex pero esta vez yo era quien estaba al mando, caminaba a mi antojo y el besaba el suelo por donde pisaba, me propicio en pocos segundos un estado placentero que se vio interrumpido con una pregunta suya: “La mujer que espera será valorada por el esposo que la elija como compañera para toda la vida, ¿Es usted casada?”

Yo… por supuesto, respondí con una sonrisa. Luego le dije: No, aun no me he casado. Él titubeo por unos instantes y siguió con su predica, yo solo asentía con la mirada. Aquel momento lo aproveche para mirar sus manos, el tamaño, la forma y el cuidado que tenía sobre ellas… todas cortadas perfectamente, sus manos se movían, de su boca salían ideas, cuando estaba en el estado más febril de su oratoria se movía y las agitaba, note una gota de sudor que cayo de su frente directo a las paginas amarillas de su Biblia.

Me miraba y yo seguía enganchada en lo que él decía, eran las 9:20 yo no terminaba de viajar sin escucharle solo mirándole; en un momento pensé: “Creo que tengo un grado elevado de autismo” no podía concentrarme en lo que decía… solo lo miraba, estudiaba al detalle cada movimiento, mire sus dientes y sin querer su lengua juguetona me llamo más la atención… me llamo por mi nombre para preguntarme: Si estaba lista para ser salvada.

Volví en mí en escasos 3 segundos le mire directamente a los ojos y con toda la sinceridad del mundo le dije: "Si es cierto que el fin del mundo esta cerca; no quisiera gastar ni tiempo ni dinero con tanto protocolo, entra a mi casa ahí estaremos más cómodos".

Hoy sigue siendo martes y mi fantasía de domingo se llevo a cabo en medio de una fiesta privada solo ejecutada en mi cabeza, mi respuesta al hombre de fe fue: No creo en el fin del mundo, creo en el fin de mi mundo. Gracias y… vuelva a intentar.
*Invitada

sábado, 29 de marzo de 2008

Antes que nada, acabo de tener un flagrante dejavú de este primer post, con la misma imagen, cuando estaba por escribir la primera palabra. ¿Destino? puede ser, hijueputa.

¿Quién soy? Soy Yo, el tiempo dirá más.
Es importante que sepan que Sí he venido a joder. No me gusta joder por joder ¿o sí? pero creo que más jodo con motivo. En este momento estoy de pelotud@ y acabo de empezar por que no tengo nada que hacer, pero sepan que esta es una calesita de múltiples catarsis. Para los suceptibles: no he venido a infamar, y no me gusta el chisme (aunque sí entretiene).

Vayanse a la mierda primero y luego cuando estén limpios vuelvan, los espero. Sean bienvenidos.

Ah, les aviso que tendré invitad@s anónimos especiales, y no me hago responsable de sus publicaciones.

Jódanse!


(pero jodanse ahora por que mañana será tarde)